Neoclasicismo.

El neoclasicismo fue un movimiento artístico y literario que surgió a mediados del siglo XVIII y abarcó hasta el siglo XIX. Tenía como base la renovación de los valores filosóficos y estéticos de la Antigüedad Clásica y el culto a la razón, interpretados como modelos para la construcción de la modernidad. El movimiento neoclasicista se originó en Francia, donde fue llamado simplemente clasicismo. Desde allí se extendió hacia el resto de Europa y América, de la mano con la expansión del Iluminismo o Ilustración, clave filosófica del movimiento neoclásico en todas sus manifestaciones.  

Contexto y origen del neoclasicismo 

Tres procesos históricos fueron claves en el movimiento neoclásico:

  1. La aparición de la Ilustración o el Iluminismo, movimiento filosófico que defendía la razón, el conocimiento y la secularización como propósito y medio para derogar el dogmatismo y fomentar el progreso. En este movimiento se insertó La enciclopedia, de Diderot y D`Alembert, publicada por primera vez entre 1751 y 1772.
  2. El descubrimiento de las ruinas de Herculano (1738) y Pompeya (1748), que despertó nuevamente el interés por estudiar la cultura grecolatina.
  3. Por último, la llamada “doble revolución”, es decir, la revolución industrial que estaba modificando los modos de producción y organización social, y la revolución francesa, que proclamaba igualdad, libertad y fraternidad.
Hacia finales del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, en Europa dominaba el arte barroco. En Francia, particularmente, dominaba el rococó en la corte. Inspirados por los valores de la Ilustración, pronto surgieron detractores de tales estilos, pues los consideraban excesivos, confusos y recargados, y los relacionaban al fanatismo religioso y a la corrupción aristocrática respectivamente.

 Características generales del neoclasicismo

Neoclasicismo

Aunque en apariencia el arte neoclásico transmite cierta frialdad, en realidad pretendía ser un arte verdaderamente revolucionario en su intención —al menos en su primera etapa. Los artistas genuinamente deseaban participar en el nacimiento de una cultura basada en la razón, la moral y el progreso. Por ello se plantearon seguir una serie de características y valores. El propósito y fin del neoclasicismo era la educación y la moralización de la sociedad con miras a la construcción del proyecto moderno. Los artistas y escritores creían que a través de sus obras ayudaban a difundir los valores necesarios para construir una sociedad racional, moral, culta y progresista que superara la ignorancia, a la que veían como madre de la intolerancia y el dogmatismo.

Su arquitectura.

La arquitectura neoclásica es un estilo arquitectónico occidental que produjo el movimiento neoclásico que comenzó a mediados del siglo XVIII, por una reacción contra el estilo barroco de ornamentación naturalista así como por el resultado de algunos rasgos clasicistas nacidos en el barroco tardío. Se prolongó durante el siglo XIX, coincidiendo luego con otras tendencias, como la arquitectura historicismo y el electicismo arquitectónico. Algunos historiadores llaman clasicismo romántico a la producción neoclásica de la primera mitad del siglo XIX, jugando con el oxímoron (oposición de términos), ya que además de coincidir con el romanticismo, estilísticamente compartía rasgos con la estética romántica, al añadir cierta expresividad y espíritu exaltado a la sencillez y claridad de las edificaciones clásicas grecorromanas.

Los factores fundamentales que influyeron en el surgir de la arquitectura neoclásica fueron los mismos que determinaron el contexto político, social y económico de la época, en la que destacan la Revolución Industrial, la crisis del Antiguo Régimen, la Ilustración, el enciclopedismo, la fundación de las Academias o el despotismo ilustrado. La Revolución Industrial modificó profundamente la forma y el ritmo de vida en las ciudades y propició nuevos adelantos técnico-constructivos y el empleo de nuevos materiales. Se buscaba dar un carácter más científico a las artes, por lo que los artistas debían ser técnicos más que inventores, e imitadores más que creadores.

Romanticismo.

Romanticismo, una corriente artística y cultural que, aunque surgida a finales del siglo XVIII, vivió su auge en la primera mitad del XIX, cuando supo imponerse como la nueva expresión del arte entre la clase burguesa de la época.

Atrás quedaban la fuerza de la razón, y las teorías de los Ilustrados. Atrás quedaba el Neoclasicismo, la corriente a la que prácticamente sustituyó. La nueva realidad social de aquel siglo XIX derivaba en una cultura burguesa con nuevos valores y formas de ver la vida y de relacionarse. La familia era la base de aquella nueva sociedad, la exaltación de los valores familiares y de las relaciones sociales. El teatro y la ópera vivieron años felices. Eran lugares de encuentros de la alta sociedad, como los parques, y los boulevares eran de las clases menos pudientes. Se comenzaron a formalizar las reglas del trabajo y surgió una nueva clase obrera. Se potenció la educación y se intentó mejorar la libertad de prensa de modo que empezó a hablarse de la «opinión pública. Era un contexto intensamente social, y el Arte, primer espejo de la moralidad y los gustos de la sociedad de todos los tiempos, tenía que adaptarse a ello.Tal variedad de conocimientos, la apertura de la cultura en sí misma, hizo que el Romanticismo no tuviera unos cánones formales por la que definirla. No había una uniformidad de estilos como el propio Baudelaire se encargó de apostillar «Hay tantas interpretaciones del Romanticismo como románticos». Para categorizar al Romanticismo, para comprenderlo, habría que sentar las bases comunes de las diferentes corrientes de la época y entender que no se trataba solo de un estilo artístico sino de una actitud ante la vida.

La constante de todo romántico era su propio individualismo. Se intentaba destacar lo que era diferente, lo único, lo individual. Es por eso que el Romanticismo sirvió de apoyo a la idea de los nacionalismos, entendidos éstos como vuelta a las raíces comunes, a las tradiciones o las propias lenguas.

La razón quedaba atrás y aparecían en las obras los sentimientos. Se buscaba con los cuadros, con las esculturas, con las obras en general, expresar, y que esos sentimientos expresados llegaran al espectador y le provocara nuevos sentimientos.

Por tanto, la armonía y la perfección utópica que se defendía en estilos anteriores quedaba atrás. El Romántico era más real. Buscaba cosas instántaneas, momentos acaecidos, naturalezas que mostraran su fuerza y poder.

Si pensamos en el Romanticismo, sin duda, los primeros artistas románticos que se nos vendrán a la cabeza serán músicos. Fue en la música donde mejor se expresaron todos estos cánones mencionados. El gran Beethoven fue el mejor representante del Romanticismo, como después lo fueron también Chopin, Schumann, Schubert, Liszt o Brahms. Dentro de este género, y como mejor ejemplo, de la fuerza del romanticismo, dejaría como nombre destacado el de Richard Wagner, cuyas óperas se han convertido en grandes nombres de este estilo.

Características del romanticismo

dentifiquemos algunos rasgos comunes en términos de valores, concepción, propósito, temas y fuentes de inspiración del romanticismo.

Imaginación vs. inteligencia

Desde el punto de vista de los románticos, el ejercicio de la imaginación era equiparable al pensamiento cognitivo de la filosofía. Por ende, revalorizaron el papel de la imaginación en el arte, aspecto determinante para toda la agenda romántica en cualquier de las disciplinas artísticas.

Subjetividad vs. objetividad 

El movimiento romántico pretendía la exaltación de la subjetividad, los sentimientos y los estados de ánimo sobre la objetividad y el racionalismo. El arte romántico deseaba que la expresión de la subjetividad privara sobre cualquier otro elemento. En este sentido, el universo subjetivo y emocional pasó a ser el centro de interés de los artistas. Dominó especialmente la atención sobre los sentimientos intensos y místicos. El miedo, la pasión, la locura y la soledad fueron algunos de los temas que más ocupen a los creadores.

 Lo sublime vs. belleza clásica

fussili
Johann Heinrich Füssli: El artista desesperado ante la grandeza de las ruinas antiguas. h. 1778-80. Dibujo. 42 x 35,2 cm. Kunsthaus, Zúrich.

La belleza clásica como referencia estética suprema cede su espacio a la noción de lo sublime. La idea de lo sublime estaría en la percepción de la grandeza absoluta de lo contemplado, aquello incomparable que no solo place, sino que conmueve, sobrecoge y turba, debido a la inadecuación de lo observado con cualquier expectativa racionalmente configurada en la mente de quien contempla. 

Arquitectura en el romanticismo. 

Es un movimiento que buscó copiar los estilos arquitectónicos que se usaron en épocas previas, pero a la vez añadió detalles culturales del momento. El movimiento arquitectónico romántico ocurrió en el siglo XIX y a comienzos del XX, pero su mayor esplendor se vivió entre los años 1825 y 1875. romanticismo en la arquitectura, también conocida como arquitectura romántica, nació en Inglaterra y se destacó entre los siglos XVIII y XIX. Surgió como un movimiento para oponerse a la arquitectura neoclásica . El estilo está marcado por el rescate de la arquitectura medieval, de oriente, y el predominio de temas exóticos. Dentro del romanticismo, la arquitectura siguió el discurso pintoresco. Se caracteriza por aspectos excéntricos, insólitos y que escapaban a la simetría exaltada en la arquitectura neoclásica. Es difícil hallar elementos comunes en la arquitectura del Romanticismo. Se trató de actualizar estilos pasados, en especial el neogótico. Son diez las corrientes que se dan en la arquitectura romántica: el neobarroco, el neobizantino, el neogriego, el neocolonial, la georgiana, el neoegipcio, el neogótico, el neomudéjar, el neorrenacimiento y el neorrománico. Por otro lado, el Romanticismo fue un movimiento en el que las construcciones que se realizaron no tenían una finalidad decorativa, sino que su función era más bien la de ser útiles.

    • Rechazo de las reglas de la arquitectura neoclásica (orden, proporción, simetría, armonía)
    • Irregularidad espacial y volumétrica
    • Sentido orgánico de las formas
    • Elementos pintorescos en la decoración.
    • Uso de colores. 
Escuela Española 

 La Escuela Española fue creada, al amparo de la junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas , por real decreto de 3 de junio de 1910. El próximo año vamos a celebrar, pues, su centenario. Una monografía colectiva que preparamos para esta ocasión pretende trazar la memoria o historia intelectual2  de la institución. Tratamos de reflejar en ella su complejidad, su riqueza, sus argumentos legitimadores, al tiempo que proponemos posibles pautas y algunos planteamientos que miran a su futuro. En la escritura de este libro colectivo introduciremos unas coordenadas de referencia las cuales no se rigen por un sistema plano, cartesiano, sino por una multitud de variables que juegan en un proceso que, como hemos adelantado, ya cuenta con un siglo de vida.

La institución se ha nutrido de personas, de trabajo, de proyectos de investigación. Los campos cultivados han sido amplios, desde la propia historia a la arqueología, desde la prehistoria, puntualmente esbozada, hasta la época contemporánea, desde la musicología hasta el derecho. Pero, en suma, la Escuela ha sido cauce de multitud de inquietudes, intereses, líneas de trabajo, metodologías y teorías, transportadas desde España a Roma o surgidas en la misma Italia, generalmente como fruto de contactos personales e institucionales. La Escuela funcionó y funciona como base, como puente, para este cúmulo de inmigrantes de la ciencia, del conocimiento, de la investigación histórica en general que se dan cita en el foro internacional de Roma (Windholz, 2008; VV.AA., 1992).

La historia de la institución, que en su marco más general es pura potencia o posibilidad abierta a cualquier iniciativa, podría entenderse como una historia tangente que es aquella protagonizada por todos los investigadores que han pasado por ella, en tiempos y periodos dispares, en estancias de varios años hasta aquellas otras que se asoman y la rozan vitalmente durante apenas unos meses... Debemos aseverar, por consiguiente, que, de manera particular en este caso, las personas han construido a la institución desde voces muy diversas, a través de unos intereses (individuales o grupales) que coinciden en Roma. Constatamos también que el bagaje formativo de los investigadores y becarios ha encontrado en un determinado momento una oportunidad institucionalizada en la Escuela de Roma.

Los artistas españoles del romanticismo se adhieren a las propuestas que llegan desde otros países y lo adoptan a su manera. Los preceptos románticos tienen, en suelo español, las características propias de esta nación, tan conservadora, y al mismo tiempo artista como Goya gustan de innovar y hasta escandalizar.

España e Italia eran dos países muy ligados en esa época. Los estrechos lazos políticos, sociales, religiosos y culturales que poseían servían de puente para el intercambio de un enorme conocimiento que enriqueció a ambas naciones. De todos los nexos existentes entre ambos estados, el religioso fue el más influyente en el fortalecimiento de sus relaciones. Gracias a la unión de los reinos de Castilla y Aragón se logró la expulsión de los moros, el descubrimiento de América y la reconquista de Granada, por nombrar algunos hechos trascendentales.

Esta serie de eventos le permitieron a España posicionarse como una de las monarquías más influyentes y poderosas de la época.

 Arquitectura de la escuela española.

Francisco de Goya es un pintor español considerado como uno de los grandes precursores del arte contemporáneo. En vida fue reconocido por sus múltiples trabajos, los cuales muestran a un hombre al que no le importaba romper los prejuicios de la época con tal de llevar su técnica al máximo desarrollo. Es uno de los precursores del Romanticismo español. De este autor no solo destaca su pintura, sino también sus grabados y sus caricaturas, de entre los cuales tenemos Los caprichosIsidro González Velázquez fue un importante arquitecto español nacido en 1765, que trabajó en el primer cuarto del siglo XIX, siendo uno de los principales iniciadores de la corriente romántica en la arquitectura. Fue nombrado Arquitecto Mayor de los Reales Palacios y Casas de Campo. A él se debe la denominada Casita del Labrador de Aranjuez, edificada sobre una construcción anterior, obra todavía de estilo neoclásico muy en la línea de Villanueva.



A continuación les comparto unos videos respecto a las corrientes artísticas.  




 Bibliografía.




Comentarios

  1. Buena información, es muy interesante y las imágenes son buenas, ayudan a comprender los movimientos

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  2. Magnifico trabajo...
    Me pareció muy completo
    Muchas felicidades 👏🏻

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  3. Hola, la información que utilizaste me agradó mucho y sobre todo me ayudo a comprende algunos aspectos que no valoraba del neoclasicismo.

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    1. Hola, muchísimas gracias y que bueno que te haya ayudado en ese aspecto😊

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  4. Buen aporte, excelente informacion, muy detallada y explicita, felicidades

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  5. Que bonito blog, ayuda a entender claramente cada corriente y las imágenes al igual que el diseño son muy bonitos

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    1. Hola, muchísimas gracias, es muy bueno saberlo. Gracias!!☺️

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